Protocolo - Ceremonial y RSE
Ceremonial, Protocolo, Organización de Eventos, Comunicación Institucional y Responsabilidad Social.
Blog de Vanina L.B. Berón
Blog de Vanina Ludmila Betiana Berón - San Nicolás de los Arroyos - Buenos Aires (Arg.)
viernes, 7 de diciembre de 2018
2018
Primera publicación de este año. También la última del 2018?
martes, 8 de diciembre de 2015
Ser anfitriona
Cada
una de nosotras hacemos de nuestra casa un hogar de comodidades a nuestro gusto
y cada vez que recibimos visitas tratamos de ser lo más amables posibles
tratando de que cada uno de nuestros invitados se sientan a gusto.
En
nuestra casa comenzamos a practicar el arte de la hospitalidad, nunca se sabe
que nos depara el destino y de qué manera nos vamos a relacionar.
En
la vida social debemos continuamente tratar con personas de diferentes estratos
sociales y en cada uno de nuestro actuar demostramos nuestra educación y
conocimientos en buenos modales y cortesía.
Según el
manual de Carreño, se llama urbanidad “al conjunto de reglas que tenemos que
observar para comunicar dignidad, decoro y elegancia a nuestras acciones y
palabras, y para manifestar a los demás la benevolencia, atención y respeto que
les son debidos”
Toda niña
desde muy pequeña debería tener instrucción al respecto para poder
desenvolverse el día de mañana con la mayor comodidad posible. El respeto es un
punto principal de que debe tenerse en cuenta para demostrar que tenemos una
buena educación.
Es muy
importante tener en cuenta los conceptos básicos para saber poner la mesa de
manera correcta:
De mayor a menor tamaño y de izquierda a derecha. Empezando por la
izquierda, primero la copa para el agua, luego la de vino tinto y luego la de
vino blanco; entre estas dos últimas se coloca la copa de cava o champagne.
Enfrente del
plato, un poco a la izquierda, se coloca el platito del pan. El pan se cortará
con la mano (nada de cuchillo), y las migas, a ser posible, que caigan en el
platito (para algo se pone).
Por último,
no se ponen ceniceros en la mesa. Si hubiese fumadores entre los comensales los
ceniceros sólo se sacarán cuando se sirva el café
Con
respecto al servicio de la comida, también debemos tener ciertos conocimientos.
De nada sirve preparar excelentes alimentos si el menú no está bien armado y
que impidan que cada plato sea disgustado de forma placentera, pudiendo captar
cada uno de los sabores. Es por este motivo que debemos saber que en general la
comida se sirve en orden creciente de intensidad.
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Comportamiento Social,
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domingo, 29 de noviembre de 2015
Los Bailes
A continuación expondré ciertas reglas que aunque hoy en día parezcan
fuera de moda, muchas de ella deben prevalecer hasta el día de hoy y
considerarse importantes para cuando nos encontramos en una fiesta y debemos
sociabilizar en un baile con otros invitados, sean estos conocidos o
desconocidos.
Cuando
se invita a un baile, se debe procurar un cuidado especial entre las personas
que estén en capacidad de bailar, y de no encontrarse un mayor número de señoras
que de caballeros. Y como puede suceder que las excusas, o cualesquiera otros accidentes
que no puedan preverse, vengan a producir este resultado, deberá invitarse siempre
mayor número de caballeros que de señoras.
A
los anfitriones, no les es lícito bailar sino por un corto rato, y sólo por vía
de obsequio a alguna persona respetable; bien que nunca ambos a un mismo
tiempo, pues entonces quedaría la reunión enteramente privada de sus
atenciones, las cuales no deben sufrir interrupción alguna.
En
los intermedios del baile, los dueños de la casa harán circular entre las
señoras, por medio de sus asistentes o mozos, aquellos refrescos que hayan
preparado para el momento, durante el tiempo que precede a la cena: y en el
primer intermedio, instarán a los caballeros a tomarlos por sí mismos en todo
el curso de la reunión.
Las
personas que sin poseer la disposición y los conocimientos necesarios toman
parte en el baile, no hacen otra cosa que servir de embarazo y de incomodidad a
los bailadores realmente hábiles.
No
es buen visto en un caballero, invitar a bailar a una señora con quien no tenga
amistad; a menos que al efecto se haga presentar ocasionalmente a ella.
El
agruparse varios caballeros para invitar a bailar a una señora con afanoso
empeño, ofende a las demás señoras que observan una tan marcada muestra de
preferencia que las deprime ante sí mismas y ante los demás, y de que por tanto
no dan jamás ejemplo los caballeros de buena educación, los cuales ostentan
siempre aquella noble galantería que en sociedad concede iguales derechos a
todas las señoras. Y es de notarse que este acto, así como cualquiera otro que
pueda ser mortificante, no ya a una señora, sino a cualquier caballero, compromete
la responsabilidad de los dueños de la casa, cuya invitación se acepta siempre bajo
la implícita condición de que en ella no habrá de experimentarse ningún género
de desagrado.
Cuando
una señora no acepte la invitación de un caballero para bailar, manifestándole que
no está dispuesta a tomar parte en el baile, se abstendrá de hacerlo en todo el
curso de la reunión, pues de lo contrario sería una muestra de descortesía,
enteramente ajena del carácter amable y eminentemente inofensivo que debe
distinguir siempre al bello sexo. Y si la causa de su negativa llega a
desaparecer en el curso de la reunión y se siente luego dispuesta a bailar, no
lo hará sin hacer llamar a aquel caballero y ofrecerle su aceptación, hecho lo
cual, y aunque a él no le sea dable aprovecharse de este ofrecimiento por tener
ya otros compromisos, podrá ya libremente tomar parte en el baile con cualquier
otro caballero.
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Comportamiento Social,
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Ubicación: San Nicolás- Bs. As. Arg.
San Nicolás de Los Arroyos, Buenos Aires, Argentina
jueves, 20 de marzo de 2014
Aplicación de Social Media en eventos
Hoy en
día debemos actualizarnos con respecto a la gestión de eventos. Hoy en día se
habla muchísimo de los Eventos 2.0 y debemos saber muy bien lo que significa.
Para
comenzar a explicar esto debemos tener en cuenta ciertos puntos: el número de
asistentes al evento- el número y tiempo de relaciones- el porcentaje de éxito
de cumplimiento de los objetivos del propio evento- el porcentaje de éxito de
la organización del siguiente evento.
En esta
nueva forma de gestión de un evento debemos considerar los beneficios de este
nuevo planeamiento.
Estos beneficios
son por ejemplo: la incrementación del número de asistentes al evento, la
incrementación del número y tiempo de relaciones entre la organización y los
asistentes, y entre los propios asistentes, la incrementación del porcentaje
del éxito de la organización del siguiente evento.
Este
tipo de eventos, consiste en una filosofía 2.0. en el proceso de gestión de un
evento. Para entender un poco sobre esta filosofía 2.0. debemos saber qué es lo
que habitualmente se conoce como SOCIAL MEDIA o WEB 2.0. y que es un conjunto
de soluciones de internet que están transformando la sociedad al promover
nuevas formas de comunicación, relación, participación, promoción y
colaboración.
Para
saber cómo llevarla correctamente a la práctica debemos considerar los procesos
de la gestión y las actividades que deberemos desarrollar en cada una de esas
etapas.
Cuando hablamos
de preparación del evento debemos tener cuidado en el contenido que ese evento
va a tener, los usuarios pueden participar en parte de ese contenido.
Luego,
cuando estamos en la etapa de promoción debemos saber que con respecto a la
agenda o programa del evento, cada participante puede elaborar su propio
programa de asistencia. En esta misma etapa debemos planear la venta de
tickets, la presencia en internet, crear espacios del evento en distintos
entornos en internet, la participación en concursos, la creación y comunicación
del contenido conferenciantes al evento, propiciar el inicio de las relaciones
con la organización y con otros asistentes.
En la
realización del evento, la comunicación es muy importantes, el empleo de medios
digitales para la comunicación durante el evento para las personas que asisten
como para lasque no asisten, la retransmisión en directo del evento vía
internet, la participación en concurso, esta vez dentro del evento.
Para
finalizar, la opinión de los participantes
es de suma importancia, recoger estas opiniones también; y no olvidarnos nunca
de recoger y comunicar el contenido del evento en videos, fotos,
presentaciones, etc.
Los
beneficios que podemos encontrar en la realización correcta en cada una de
estas etapas son muy satisfactorios. En la promoción podemos ganar el aumento
en nuestro números de asistentes, en la realización podemos aumentar el número
de relaciones, alargar el tiempo de dichas relaciones, aumentar el porcentaje
del éxito de cumplimiento de los objetivos del propio evento, y en la
finalización aumentamos el porcentaje de éxito de la organización del siguiente
evento.
Debemos
conocer las principales Redes Sociales y sus funcionalidades.
En Facebook
podemos promocionar el evento, comunicarnos con los potenciales asistentes y
atraer más visitantes.
En YouTube
podemos utilizarlo antes y después del evento con todo el material del mismo.
En Twitter
promocionamos el evento, nos comunicamos con los potenciales asistentes, y
atraemos a visitantes.
Con
TweetWally visualizamos todos los mensajes de un evento.
Con
Sched.org podemos ver el programa, ver quien acude a una determinada sesión,
realizar el programa personalizado, etc.
Con Ning
podemos reunir a los asistentes en una red social especial para nuestro evento.
Las
soluciones existentes en internet tienen un precio cero o muy económicos,
No se
requieren conocimientos ni capacidades técnicas.
Se accede
a un público numeroso, sitios de más tráfico: Facebook, YouTube, Twitter,
Flickr.
miércoles, 12 de marzo de 2014
La lengua informativa en la redacción de documentos militares
Características de la redacción de los
documentos militares administrativos.
Es
nuestro campo es muy importante tener conocimiento sobre la correcta escritura,
siempre nos encontramos con artículos sobre las reglas de redacción en el
ámbito social (ceremonial escrito), que se refieren sobre las formas de
redacción en tarjetas personales, invitaciones, etc., también podemos ver
muchos artículos sobre lo que hoy llamamos “netiquette” que se refieren a las
reglas principales para la redacción correcta de e-mail y todo lo referido a la
web.
Pero no
debemos olvidarnos del ceremonial y protocolo castrense en cuanto a todo lo
referido al ceremonial escrito, ya que
es algo a lo que ellos (los militares) le dan suma importancia.
Todos
los documentos militares administrativos- cualquiera sea su índole- se
redactarán en forma directa, concisa, clara, sencilla, y en correcto español.
Los párrafos se elaborarán de tal manera, que su contenido y correspondiente
sintaxis reflejen fielmente las ideas que se deseen transmitir. Para ello se
evitarán las palabras irrelevantes, las figuras literarias no convencionales
para este tipo de documentos, las expresiones de semántica oscura, y las
oraciones y párrafos excesivamente extensos.
Se
evitará el empleo de palabras en idiomas extranjeros, y sólo se admitirá el uso
de estos vocablos cuando se trate de nombres propios o de expresiones que no
tengan su apropiado sinónimo en el idioma y sean intraducibles. La
correspondencia que se dirija a autoridades extranjeras deberá escribirse en
castellano, pudiendo agregarse una traducción sin firma cuando ello fuere
solicitado o cuando se creyese necesario. Sin embargo, el documento que se
considere oficial será siempre el escrito en castellano.
Cuando
fuere conveniente, se ilustrará el teto mediante gráficos, fotografías, etc.
En una
misma nota o expediente no deberá tratarse asuntos de naturaleza distinta. Una
excepción a lo indicado, lo constituye el memorándum, documento que admite el
tratamiento de asuntos de naturaleza distinta.
Tratamiento de las personas.
En la
correspondencia oficial, se suprimirá todo texto de preámbulo o de culminación
que no se refiera al objeto de la comunicación.
Las
expresiones empleadas en la correspondencia serán sóbrias y de respetuosa
consideración, tanto la dirigida desde el subalterno al superior, como de éste
a aquél, evitándose las fórmulas vacias de contenido o de pura cortesía.
Destinatario. Recordar que:
AL SUPERIOR
|
AL SUB ALTERNO
|
Se
eleva
|
Se
remite
|
Se
informa
|
Se
comunica
|
Se
solicita
|
Se
ordena
|
Se
requiere
|
|
EVITAR
|
USAR
|
Pongo
en su conocimiento
|
Llevo
a su conocimiento
|
Solicito
a
|
Solicito
de
|
Respecto
a
|
Respecto
de
|
Los
mismos, las mismas (suele ser incorrecto y generar confusión)
|
Aquellos,
aquellas (o el pronombre conveniente)
|
Los
nombres de las personas, cualquiera sea su categoría, se escribirán completos y
primero los nombres y luego los apellidos. Cuando se tratare de personal
militar femenino casado, se podrá agregar el apellido de su cónyuge con la
preposición “de” (Ley NO 23.515). Los apellidos se escribirán con letras
mayúsculas.
Cuando
se mencionaren nombres de suboficiales y soldados voluntarios, se consignará, a
continuación M nombre y del apellido- y entre paréntesis- el número de
identificación (NI); en caso de no habérsele asignado dicho número, se
consignará el correspondiente al del Documento Nacional de Identidad (DNI).
Cuando
se realizaren citas sucesivas referentes a la misma persona, solo se consignará
el grado y el apellido.
El
grado del personal militar femenino permanecerá invariable o sea en género
masculino, anteponiendo el artículo – que definirá el sexo- al grado. Ejemplo:
“…… la CAPITÁN Silvia GONZÁLEZ…”
- En el texto de los informes, notas,
etc., se escribirán con mayúsculas los apellidos, títulos, nombres de
instituciones, organismos, lugares geográficos.
- En la correspondencia dirigida a
funcionarios que no pertenezcan a las Fuerzas Armadas, se emplearán,
obligatoriamente, los términos de cortesía, por lo que deberán escribirse
lo siguiente:
a.
Autoridades.
TRATAMIENTO DE
AUTORIDADES NACIONALES, PROVINCIALES Y MUNICIPALES.
Personas
|
Encabezamiento
|
Texto
|
Antefirmas
|
Presidente
de la Nación
|
SEÑOR
PRESIDENTE DE LA NACIÓN:
|
Señor
Presidente o Primer Magistrado.
|
Dios
guarde al señor Presidente.
|
Presidente
de la Suprema Corte de Justicia
|
SEÑOR
PRESIDENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA:
|
Señor
Presidente.
|
Dios
guarde al señor Presidente
|
Presidente
del H. Senado de la Nación
|
SEÑOR
PRESIDENTE DE H SENADO DE LA NACIÓN:
|
Señor
Presidente.
|
Dios
guarde al señor Presidente
|
Presidente
de la H. Cámara de Diputados
|
SEÑOR
PRESIDENTE DE LA H CÁMARA DE LA NACIÓN:
|
Señor
Presidente.
|
Dios
guarde al señor Presidente
|
Ministros,
Secretarios y funcionarios con jerarquías equivalentes
|
SEÑOR
MINISTRO: SEÑOR SECRETARIO: (SEÑOR PRESIDENTE, ETC.)
|
Usted.
|
Saluda
a usted atentamente.
|
Miembros
del Poder Judicial
|
SEÑOR
JUEZ DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA:
|
Usted.
|
Saluda
a usted atentamente.
|
Miembros
del Poder Legislativo
|
SEÑOR
SENADOR: O SEÑOR DIPUTADO:
|
Usted.
|
Saluda
a usted atentamente.
|
Procurador
General de la Nación
|
SEÑOR
PROCURADOR GENERAL DE LA NACIÓN:
|
Usted.
|
Saluda
a usted atentamente.
|
Demás
Jueces del Poder Judicial
|
SEÑOR
JUEZ:
|
Usted.
|
Saluda
a usted atentamente.
|
Embajadores
Extranjeros
|
SEÑOR
EMBAJADOR:
|
V.E.
|
Saluda
a usted atentamente.
|
Gobernadores
y demás funcionarios provinciales
|
SEÑOR
GOBERNADOR (SEÑOR MINISTRO, ETC.)
|
Usted.
|
Saluda
a usted atentamente.
|
Jefe
de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
|
SEÑOR
JEFE DE GOBIERNO:
|
Usted.
|
Saluda
a usted atentamente.
|
Subsecretarios
y funcionarios con jerarquía equivalente
|
SEÑOR
SUBSERCRETARIO: (SEÑOR SUBPROCURADOR DEL TESORO, ETC.)
|
Usted.
|
Saluda
a usted atentamente.
|
Nota: Responde a lo establecido en el Decreto
333/85. Se actualizó la designación del
Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
b. Eclesiásticas.
1.
Cardenales: Su Eminencia (Su Ema).
2.
Nuncios, Arzobispos y Obispos: Su Excelencia Reverendísima
(S.E. Rvdma.)
3.
Internuncios: Su Excelencia (S.E.)
c.
Funcionarios. A los demás magistrados,
dignatarios, oficiales de las FFAA y funcionarios, se los tratará según su
cargo, anteponiéndose al nombre la palabra “señor”, y al nombre el título
profesional o el grado – si lo tuviere- y la palabra “Don/Doña” o su
abreviatura (D/Dña).
·
Escritura de fecha.
En el encabezamiento o al pie de toda
correspondencia, se hará en forma completa. Ejemplo: 06 (dos cifras) de abril
de 1998, 25 de febrero de 2000.
En la preparación de notas, informes, etc.,
en el lugar correspondiente a la fecha deberán dejarse cuatro espacios en
blanco, los que serán completados una vez que la autoridad correspondiente los
haya firmado.
·
Forma de escribir el lugar.
En el encabezamiento como al pie de todo
informe, nota, etc. el nombre de la ciudad, localidad, etc. en la cual se
redacta la correspondencia, - escrito con mayúsculas-, precederá a la fecha. La
documentación tramitación tramitada en la ciudad de Buenos Aires llevará como
lugar de procedencia esta denominación, quedando prohibido el empleo M término “Capital
Federal”.
·
Escritura de horarios en la
correspondencia
Será tenida en cuenta como única referencia,
la hora oficial vigente en la Nación. La
hora correspondiente se escribirá con cuatro números separados por un punto, ejemplos:
21.30 hs, 12.00 hs, 23.45, 09.00 hs.
La forma de escribir la hora que determina el
Reglamento “Escritura en Campaña” (RFD- 99-02) podrá emplearse en la
correspondencia administrativa entre organismos militares exclusivamente.
·
Escritura de cantidades
Será expresada, con letras mayúsculas y a
continuación, entre paréntesis, en números.
Las cantidades indicativas de dinero se
expresarán en moneda argentina, en unidades de “pesos” y “centavos”, precedidas
de la palabras “PESOS”. Ambos vocablos estarán escritos con mayúsculas. A
continuación, entre paréntesis, dichas cantidades se repetirán en números y con
los signos correspondientes.
Ejemplo: PESOS DOCE CON CUARENTA CENTAVOS ($
12,40)
·
Escritura de abreviaturas
Las abfreviaturas militares detalladas en el
Reglamento “Escritura en Campaña, (RDF- 99-02) podrán ser empleadas cuando el
trabajo fuere difundido únicamente dentro del ámbito militar. Fuera del mismo,
no será recomendable su uso.
DOCUMENTOS DE
TRAMITACIÓN INTERNA
La documentación interna es aquella que se
tramita:
a. Entre dependencias que poseen el
mismo número de código del organismo (según el registro de la Mesa de Entradas
y salidas).
b. Entre elementos de la Fuerza del
Ejército que tienen asignado un número de código de elemento.
Definiciones.
a. DOCUMENTACIÓN. Nombre genérico que se aplica a uno o más documentos.
b. DOCUMENTO MILITAR. Toda pieza con información registrada en forma escrita, grabada,
gráfica, fotográfica o cinematográfica, que sirve para tramitar aspectos de la
función militar.
c. EXPEDIENTE.
Conjunto de documentos o actuaciones administrativas, originados a solicitud de
la parte interesada o de oficio, y ordenados cronológicamente, en los que se
incluyen informaciones, o antecedente relacionados con la cuestión tratada, a
efectos de lograrlo elementos de juicio para derribar a conclusiones.
TIPOS DE
DOCUMENTOS DE TRAMITACIÓN INTERNA
a. RESOLUCIÓN. Medida que dicta el JEMGE u otra autoridad facultada para ello, y
que, según el tema, puede tener vigor y curso dentro de la jurisdicción
respectiva, o también fuera de ella.
b. DISPOSICIÓN. Decisión emanada de una autoridad administrativa (comandantes, directores
generales, directores y jefes que no tengan mando directo de tropas), sobre
cuestiones o asuntos de su competencia.
c. NOTAS U OFICIOS. Comunicación escrita, referente a asuntos del servicio, que se dirige
de persona a persona y/o personas. Pueden ser de variado tipo y se clasifican
en:
1-
Notas u oficios que dan origen a
expedientes:
a) NOTA OBJETO (EXPEDIENTE): Comunicación escrita referente a los asuntos
del servicio que se dirige de persona a persona, con un objeto o finalidad
determinada.
b) NOTA MÚLTIPLE (EXPEDIENTE): Nota similar a la anterior, de la cual se
elaboran varios ejemplares de un mismo tenor, y que se dirige a distintos
destinatarios.
c) INFORME (EXPEDIENTE): Dato u opinión fundados que se brindan acerca de un asunto
determinado. Los informes se materializan, normalmente, a través de notas
objeto.
d) NOTA TRASLADO DE EXPEDIENTE (CONTINUACIÓN DE EXPEDIENTE): Comunicación que se refiere a
un mismo tema o temas escrita que se traslada a otra área, y vinculados al
objeto principal del cuerpo.
2- Dictamen.
Opinión que emite un órgano de consulta, basada en las normas jurídicas de
aplicación, y según el caso, en la jurisprudencia o antecedentes que puedan existir,
y que tiende a orientar a la autoridad que debe resolver el caso.
3- Notas que no dan origen a expedientes.
a-
MEMORÁNDUM: Comunicación escrita para uso
interno dentro de un organismo, que se cursa a una autoridad determinada, comunicándole
una situación particular o exponiéndole elementos de juicio referentes a un
asunto preciso, la solución del caso. El memorándum no da origen a un
expediente.
b-
CIRCULAR: Nota de la cual se elaboran
varios ejemplares de un mismo tenor y que se dirige a diversos destinatarios, a
través de la cual se comunica una directiva de la autoridad facultada para
impartirla, y que tendrá vigencia prolongada o por tiempo indeterminado.
c-
PARTE: Comunicación sintética que, por
lo general, se efectúa a diario o periódicamente, para informar sobre un asunto
determinado. Se dirige de persona a persona.
d-
DIRECTIVA: Es un documento propio de los
niveles superiores de la conducción que permite determinar objetivos amplios, finalidades
a alcanzar o previsiones de los planes.
e-
ORDENES DE RUTINA: Cubrirán las actividades
normales o en operaciones de la Fuerza y se emitirán, normalmente, como Orden
General Especial referidas a un tema particular, Orden del día, Boletines, etc.
viernes, 17 de enero de 2014
La prudencia como arte y la expresión de lo que cuenta
Estuve
pensando un par de semanas sobre mi primer post y realmente no sabía que tema
era el adecuado. Hablar de los orígenes del Ceremonial y Protocolo??? Mmmhhhh!!!
… realmente no quería arrancar de esta manera, pero tampoco podía comenzar con
cualquiera de los bellos temas que interesan a los ceremonialistas,
organizadores de eventos y comunicadores en general y es por eso que decidí
compartir con Uds. un trabajo de Domingo Fernández Agis sobre la prudencia.
Creo que “la prudencia” es lo que debe caracterizar a cada uno de nosotros (los
ceremonialistas), ya que en el área del Ceremonial y Protocolo debemos
practicarla monótonamente y para muchos es un gran aprendizaje; no todas las
personas poseen esta gran característica y es altamente necesaria en toda
nuestra actividad.
En este
texto Agis nos introduce a la visión de Gracián y nos explica su visión del
mundo. Además, cuando nos habla de la prudencia nos introduce en el tema de la
comunicación verbal, un tema muy importante para nosotros los ceremonialistas,
el arte de hablar es algo que todos los profesionales de la materia deben tener
en cuenta en cada una de las actividades, ya que muchos de nosotros nos
enfrentamos ante este estrés (para la mayoría) y el arte de la escritura
también es imprescindible, y la prudencia debe encontrarse en cada una de estas
actividades.
Espero
que les guste a todos y bienvenidos a mi blog, es mi deseo que disfruten de ésta
y de las futuras publicaciones y que sea del interés de todos!!
La prudencia como arte y la expresión de lo que cuenta
Es sin
duda Baltasar Gracián un autor de enorme influencia en diversas tradiciones
filosóficas occidentales, baste citar en este sentido la deuda que hacia él reconocen
pensadores como La Rochefoucauld, La Bruyère, Voltaire, Pascal, Schopenhauer,
Nietzsche, Lacan o Jankélévitch. No hay que olvidar que entre sus mayores logros está el ser creador de
una de las pocas obras, Oráculo Manual y arte de la prudencia, que han
conseguido una perenne actualidad desde el momento de su publicación, en 1647.
En efecto, el brillante escritor aragonés es uno de los escasos filósofos
españoles que han alcanzado un reconocimiento general y merecido una atención
constante por parte de otros pensadores foráneos de incuestionable relieve. Sin
embargo, por sorprendente que resulte, nada de esto parece ser suficiente para
que en su país de origen se le preste una atención para la que sin duda a su
obra le sobran méritos.
Ignorado
en los planes de estudio, tanto en el estudio de la Filosofía en la enseñanza media
como en la universitaria, el contacto de un estudiante español con su
pensamiento suele ser más fruto del azar que de cualquier otro factor. Huelga
decir que otro tanto sucede con los lectores en general. Tal vez su condición
de jesuita -pese a la evidente ausencia de encaje de su posición filosófica
personal en la doctrina de la Compañía-, explique en parte una desconsideración,
cuando no un rechazo, cuyo origen reciente tal vez habría que vincularlo a la reacción
anticlerical de la intelectualidad española desde los últimos años del
franquismo. Así ha sucedido también en otros casos, como fruto de la
realización de una indiscriminada amalgama entre todo aquello que pueda oler a
eclesiástico, tradicional o escolástico, aunque poca o ninguna realidad tenga
tras de si semejante adscripción. Nada más injusto, de ser en este caso así,
pues son bien conocidos los problemas
que tuvo Gracián con la jerarquía y otros muchos miembros de la orden religiosa
a la que perteneció, debidos a la originalidad e independencia de su pensamiento.
Por otra parte, un elemento añadido que ha podido influir en la desconsideración
de que hablamos es la etiqueta de cínico que, sin ninguna explicaciónni matiz,
se le ha colgado en ocasiones.
Es
verdad, como a veces se ha señalado, que hay en el pensamiento de Baltasar Gracián
ciertos elementos que podrían entenderse como consecuencia de una postura cínica
ante la vida. Sin embargo, expresado esto, tenemos que aclarar qué entendemos por
cínico, en el sentido en que le estamos aplicando a él esa caracterización. No
en vano hay que recordar que, en su acepción más corriente, el citado término
tiene un sentido despectivo, aludiéndose con su uso a la postura ante la vida
de quien hace gala de una búsqueda constante del beneficio personal, al margen
de cualquier consideración moral, así como de una completa despreocupación por
los demás. Sin embargo, si nos remontamos a su significado original, habla
ríamos de la forma de pensar y actuar de quien, a falta de certezas que puedan
proporcionarle una sólida base a su acción, se ampara en una racionalidad
vocacionalmente de orden menor, apoyada a su vez en lo poco que el conocimiento
práctico de la vida ha permitido establecer como verosímil, atendiendo en suma
a lo que cuenta, a todo aquello en lo que nos jugamos algo que realmente nos
importa. En tal sentido sí es cierto que podríamos aplicar a Baltasar Gracián
el calificativo de cínico. Como es obvio, a muchos otros cínicos, podríamos
asegurar que a gran parte de los reconocidos como tales, les vendría grande el
adjetivo empleado de esa manera. Afecta esto a su forma de hacer filosofía y a
su modo de expresarla. Sus pensamientos llegan por ello a nosotros empapados en
un jugoso saber vivir y su actitud tiene, como primera finalidad, compartir sus
máximas con aquellos que pueden entenderlas y practicarlas. Sin embargo, es
preciso dejar bien claro que el suyo es un cinismo peculiar, que tiene
precisamente su origen en la posición ideológica antagónica del cinismo: en un
idealismo resignado a tener que habérselas con el maltrato que proviene a su
vez de un mundo en el que poco o nada de cuanto acaece se acomoda a la virtud y
la razón.
Por eso
sus palabras están impregnadas de civilidad, pues saber vivir es ser capaces de
compartir la existencia de un modo en que ésta, a pesar de tanto como hay en contra,
se convierta en una experiencia gratificante. Algo que tiene una importancia especial
en la época y en el lugar en los que Gracián escribe, en la España del siglo XVII,
con el trasfondo de un país que está viviendo una auténtica edad de oro en su cultura,
pero que, sin embargo, inicia entonces el declive político y económico que le llevará
a sumirse en una de las crisis más profundas de su historia. Aunque no hay que olvidar,
pese a todo, que la raíz de su filosofar no tiene menos vigencia en el presente
de la que sin lugar a dudas tuvo en el momento que a él le tocó vivir. Pues es
cierto que el cínico, siempre en el mejor sentido del término, puede encarnar
hoy un tipo humano que, al tiempo que
pone en evidencia la vacuidad de ciertas convenciones sociales, demuestra tener
la gallardía suficiente como para construir su identidad personal en medio de
la incertidumbre más inquietante. Todo ello, sin dar la espalda a la posibilidad,
por incierta y remota que esta sea, de hacer de ese esfuerzo constante un trabajo
compartido. Porque la actitud vital del cínico posee un componente definitorio que
se deriva de un marcado individualismo pero, al menos en lo que se refiere a la
forma de proceder de Gracián, la singularidad se construye a través de la
tensión positiva con lo colectivo.
A
juicio de Baltasar Gracián, dos notas indican ante todo, por lo que se refiere
a la manera de comunicarse con los demás, que se está en disposición de adoptar
esa actitud. La primera consiste en saber cada cual afirmarse en la vida y
encontrar su camino sin permanecer para lograr ese objetivo de forma constante
en una disposición negativa, de oposición a todo aquello con lo que trabamos
contacto. Gracián lo expresa diciendo que no hay que “tener espíritu de
contradicción, pues es cargase de necedad y de molestia. Contra él debe
levantarse la propia cordura. Poner objeciones puede ser ingenioso, pero el
porfiado no deja de ser un necio. Estos convierten en guerrilla la dulce
conversación y por ello son más enemigos de los más próximos que de los que no les
tratan”. Aquí la discrepancia expresada a destiempo y de mal modo se convierte
enindudable signo de incivilidad. No porque uno tenga que plegarse a la manera
de pensar que resulte ser en cada momento más próxima al parecer común, pues en
ningún momento pretende Gracián que el juicio del individuo se someta sin más a
las disposiciones colectivas. Por el contrario, la postura que él defiende
consiste en cultivar la diferencia pero sin olvidarnos jamás del derecho que
tienen los demás a hacer otro tanto. Basta esta razón para justificar la
necesidad de expresar nuestras opiniones tratando de no ofender a los otros y,
sobre todo, no contradiciendo las ideas que ellos defienden, por el mero hecho
de no ser nuestras, sin pararnos siquiera a pensar en la validez que pueda
tener su fundamento.
La
segunda de las notas antes indicadas es “poseer el arte de conversar”, pues éste
“pertenece a las auténticas personas. En ninguna actividad humana se necesita
más la prudencia, pues es la más común de la vida. Aquí se decide el ganar o
perder. Si la prudencia es necesaria para escribir una carta, que es una
conversación pensada de antemano y por escrito, ¡mucho más en la conversación
ordinaria donde uno se examina de discreción de modo precipitado! (…) No hay
que pretender ser censor de palabras, pues será tenido por gramático y pedante;
tampoco fiscal de frases, pues todos evitarán el trato. Al hablar importa más la
discreción que la elocuencia”. En efecto, la impresión de artificiosidad que
provoca el exceso de elocuencia, cierra las a los presentes las posibilidades
de participar en una auténtica conversación. Primero por la inquietud de verse
corregidos por quien actúa más como un gramático que como alguien dispuesto a dialogar
de forma abierta; en segundo término, porque el exceso de retórica cierra el discurso
sobre sí mismo, como un producto acabado al que los otros nada pueden aportar.
De esta forma, se crea un monólogo autocomplaciente que, más allá de la mera apariencia,
excluye cualquier posibilidad real de diálogo. No habrá, por tanto, a través del
libre conversar aproximación común a ningún punto de acuerdo ni, en
consecuencia, tampoco afianzamiento del sentir colectivo.
Profundizando
aún más en ello, Gracián señala que en la palabra radica gran parte del poder
que el ser humano tiene para hacerse a sí mismo y construirse un lugar en el
que habitar, por ello insiste en la importancia de expresarse con prudencia,
“con los competidores por cautela; con los demás por decencia. Siempre hay
tiempo para soltar las palabras, pero no para retirarlas. Hay que hablar como
en los testamentos: cuantas menos palabras, menos pleitos”.
El poder del
lenguaje queda ejemplificado de esta forma, por medio de algo tan crucial en la
vida de una persona como es la elaboración de este documento. El ejemplo no
podría ser más clarificador, pues no olvidemos que el peso de la palabra se
hace notar de manera particular en el caso de un documento como éste, que
recoge las disposiciones que hace una persona para que sean cumplidas por otros
tras su fallecimiento. En él las palabras han de ser precisas, las justas para
dejar claro lo que haya de hacerse y no suscitar duda alguna sobre ello.
Devoto
de la claridad y la concisión expresiva, Gracián no puede dejar de tener
presente el peligro que encierra el uso impreciso del lenguaje: generar
confusión en lugar de comunicación. Podríamos pensar que aquí se encierra un
ideal regulativo a propósito del uso del lenguaje, más que una realidad. Es bien cierto que la
precisión conceptual requiere un esfuerzo constante por parte de aquel que utiliza
el lenguaje.
Podríamos decir que, en la medida en que se consigue, es fruto de
la voluntad consciente del hablante y nunca fruto de un azar venturoso. Quien
toma en serio esta tarea lo hace porque, como ya hemos sugerido, sabe que la
palabra abre o cierra la ocasión de compartir un momento decisivo, de fraguar
un proyecto, de expresar un sentimiento que hace al otro capaz de comprender lo
que somos. El poder que tiene es tal que ha de administrarse con cautela. La
palabra debe ser vista, además, como el instrumento adecuado para la
construcción y la expresión del pensamiento, pero no siempre resulta
conveniente que los entresijos de éste sean transparentes para los demás. Esa
es la razón de que sostenga Gracián que es aconsejable, “sin mentir, no decir
todas las verdades”, ya que “no hay cosa que necesite más cuidado que la
verdad, pues es sangrarse el corazón. Tan necesario es saberla decir como
saberla callar. Con una sola mentira se pierde toda la reputación de rectitud.
Al engañado se tiene por falto de juicio y al engañador por falso, que es peor.
No se pueden decir todas las verdades: unas porque me afectan a mí y otras a
los demás”. Como vemos, las cautelas que aquí se expresan responden a la
estrategia de la prudencia, aunque también lo hacen a una toma en consideración
del poder del lenguaje. Este último es tan grande que es propio de necios
actuar como si las palabras no tuvieran ningún valor.
En
efecto, la palabra es, como decíamos, el elemento básico con el que se construye
el pensamiento. Ella es el apoyo más evidente que tenemos para poner en pie los
procesos argumentativos. En consecuencia, no sólo expresamos una opinión, sino que
también elaboramos el razonamiento sobre la base de las palabras. Ellas están unidas,
por tanto, a formas de expresión y a procedimientos discursivos. A veces estos procedimientos
pueden establecer rutinas en las que llega a ser peligroso permanecer encerrados.
Pues no hay que olvidar, en este sentido, cómo los modos de hablar encierran
esquemas acerca de las formas de pensar y los procedimientos comúnmente aceptados
de actuar. Aconseja, pues, la prudencia “en ocasiones razonar de forma inusual”,
alejarse todo lo posible de los caminos trillados por el transitar continuo de
las gentes. Con ello, sostiene Gracián, se da “prueba de una capacidad
superior”. Por añadidura, este filósofo de lo cotidiano no deja de ponernos
sobre aviso de la importancia que tiene la discusión con los otros, en todos
los órdenes que podamos contemplar. Lo que lleva aparejada una advertencia, en
el sentido de desconfiar de quienes no discuten nuestros planteamientos, ya que
habría que pensar que su permanente asentimiento o es fruto de la
desconsideración hacia nosotros o resulta sospechoso por otros motivos. Así
pues, “no hay que estimar a quien nunca nos contradice, pues no lo hace por
afecto sino por beneficio propio. Uno no debe dejarse engañar por la adulación y
premiarla, sino condenarla”. Así, el que nos invita a no contradecirnos porque
él no nos contradice jamás, es alguien de quien podemos con justicia sospechar.
Hemos
de tener presente que, a pesar de ser muy transitados, los lugares comunes no
son, ni mucho menos, los más seguros. Wittgenstein nos ha enseñado que no es
adecuado interpretar el contenido del discurso, atendiendo únicamente a la
forma externa con la que lo expresado se presenta. Del mismo modo que no
debemos prejuzgar, nos decía en su Tractatus Logico-Philosophicus, la forma del
cuerpo partiendo tan sólo del conocimiento del aspecto que adivinamos a través
del vestido que lo encubre. Algo similar a esto es lo que se nos dice también
en El arte de la prudencia. En
efecto, una de las tesis que subyacen a toda la obra viene a insistir en que la
forma de la expresión no nos proporciona suficientes elementos de juicio para
considerar de manera adecuada el contenido y mucho menos para conocer de
antemano las intenciones de nuestro interlocutor.
Nos aconseja
Gracián, en especial, que no olvidemos que “hay que razonar al revés”, “cuando nos hablan maliciosamente”
pues, como él mismo añade, “con algunos todo debe ir al revés: el sí es no y el
no es sí”. En definitiva, la intención que pueda tener nuestro interlocutor no
es ni mucho menos evidente, y lo es aún menos cuando tratamos con personas
habituadas a ocultar sus propósitos a los demás. Es bien cierto que subyace, a
este ejercicio de prudencia, el objetivo de buscar el éxito y ponerse al resguardo
de los peligros de la vida social, pero no lo es menos que la actitud de quienes
prudente busca al mismo tiempo, sino descubrir la Verdad –algo que el sabio aragonés
consideraría sin duda ajeno a nuestras posibilidades reales-, sí al menos aproximarse
a lo verdadero, ampliar su experiencia y conocimientos.
Sea
como fuere, nada de esto significa que tengamos que reaccionar frente a lo que
nos dicen los demás de una manera hosca o incivilizada, pese a lo grandes que puedan
ser nuestras sospechas. Por el contrario, hay que saber expresar lo que
queremos o decir lo que tengamos que decir de forma que no provoquemos en quien
nos escucha un dolor innecesario. Es preciso, siempre que sea posible, hablar
con “palabras de seda, con suavidad de carácter”. Gracián subraya que “las
saetas atraviesan el cuerpo y el alma las malas palabras”, añadiendo que “la
mayoría de las cosas se paga con palabras”
Por lo
demás, el poder de la palabra queda de sobra acreditado por su capacidad de
configuración sobre todo lo que es relevante para el ser humano. Con palabras
se construye nuestro mundo y éste no puede sostenerse al margen de ellas. Las palabras
constituyen el sustrato en el que se asienta nuestro ser colectivo, sin el cual
la existencia individual no puede encontrar fundamento positivo alguno. Tampoco
podría encontrar sin palabras su sentido o, cuando menos, la ocasión de
preguntarnos por él. No en vano concluye Gracián que, “lo que todos dicen o ya
es o será” sosteniendo con ello que en base al lenguaje se constituye la
realidad que habitamos.
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